En
los últimos años, quizás la última década,
nuestro deporte, en general, goza de
muy buena salud como se dice por ahí,
y nos han acostumbrado a ganar de todo y siempre, que si Champions,
Eurocopas, Eurobasket, Mundiales…
En fin nonos da tiempo para celebrarlo
todo.
Que
no sea porque yo escribo estas líneas
y vaya a ser que no sigamos disfrutando
de todo esto pero tenemos que pensar
que no siempre hemos sido tan buenos
en lo que hacemos y hemos sufrido
muchas y grandes decepciones en
todos los deportes. Algunos nos han dado
mucho más que el fútbol a lo largo de la historia
y hemos sufrido mucho también, pero en el caso del deporte rey o el de la canasta
las hemos pasado canutas y hemos llorado mucho.
Digo
todo esto porque veo a los chavales
jóvenes, que solo han visto a España
o al equipo de sus amores, ganarlo todo y cuando tropiezan poco más que se fustigan pensando que eso no puede ocurrir. Los que venimos de atrás, y
hemos visto de todo, apreciamos con
mucha satisfacción lo conseguido
pero cuando vemos el bajón, al menos
yo, consideramos que esto tiene que ocurrir, tampoco es que caigamos hasta los pozos más oscuros, de donde hemos salido en algunos casos, pero está claro que bajará el nivel.
Yo
espero que no bajemos demasiado y
sigamos ahí al pie del cañón y
seamos un equipo a batir durante
muchos años, pero podemos usar dos refranes
para esto: lo bueno, si breve, dos veces
bueno (no me quedaría con este) y todo
lo que empieza tiene un fin (que llegue tarde el fin de nuestro ciclo
victorioso)
Larga
vida al fútbol, y a estar en lo más alto.
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