El
tema de estos dos equipos ya cansa a
todos pero no deja de tenernos pegados al televisor
cuando se enfrentan. A lo largo de la historia esto siempre ha sido la relación
entre la capital y la periferia.
Aunque
los partidos disputados han sido de
todos los colores y circunstancias y por supuesto han tenido de todo, también
ha habido clásicos que han pasado
sin pena ni gloria. De estos no nos acordamos, pero los hay. En tantos como se
han enfrentado, podemos decir, que
hemos tenido unas épocas en las que
no eran tan intensos porque los blancos,
por norma general, siempre han sido demasiado buenos como para que, estos
duelos, suscitaran el interés del
público, aunque también es cierto, que precisamente
estos eran los partidos que ganaban los blaugrana.
También
han pasado algunos años en los que, la hegemonía
de los culé, hacía que solo mantuvieran vivo el espíritu de que los merengues
recuperaran su trono. Otra etapa es la que comprende la dejadez de ambos por disputarse nada más que la honra de ganarle al
otro. Y actualmente vivimos la trayectoria
más brillante y grandiosa de los dos equipos codo a codo cada temporada disputándose
cada Liga, Copa, Supercopa o Copa de Europa que se pone en liza.
Hay
cosas que nunca deberían de cambiar
y para mí una de ellas es la salida al campo de los equipos. Deben de salir por
separado y que se lleven la bronca
del aficionado, los contrarios, y
los aplausos, los locales. Hay que
empezar por ahí. Después que el árbitro cagón
de turno, que todos son iguales, dé el concierto
de pito correspondiente y a la altura de las circunstancias, es decir, que meta
la pata varias y repetidas veces y
si puede ser siempre en contra del mismo equipo, mejor. Que antes y después del partido rajen todos sobre el del enfrente y así los periodistas estarán muy contentos porque venderán mucho papel.
Y
lo que no debe faltar nunca es que los aficionados
vayamos al bar, a la cafetería o al trabajo y discutamos sobre lo bueno y lo malo del partido que hemos
visto y lo que Undiano nos ha robado, eso imprescindible. Y por
último, que no falte, escuchar las tonterías
de los jugadores barcelonistas, retratándose
con declaraciones, que en otro tiempo y en la versión original sin subtítulos, han
hecho en ese mismo sentido. Llorar y
no tener memoria, todo es empezar. ¡¡Que
vuelva Guruceta!!
Larga
vida al fútbol, y a los forofos del fútbol.
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