jueves, 24 de octubre de 2013

El Fútbol base no puede ser un trauma


Cuando llega el principio de temporada todos están nerviosos, los chavales, los padres, los entrenadores… Ya se han acabado los partidos “amistosos” y empieza la temporada de verdad, la de “competir”.

Digo estas dos cositas entre comillas porque me parece que no será posible tener conciencia de verdad de que el fútbol en niños, que no levantan un metro y medio de altura, no puede ser una obligación y mucho menos un trauma.

Amistosos son todos los partidos que se juegan, porque todos somos amigos o los estamos haciendo y venimos aquí a divertirnos y a pasarlo bien y a disfrutar del deporte, en este caso el fútbol o fútbol sala, a mi me gustaría más que fuera el segundo. El caso es que la competición como tal, no es tener que ser primero y ganar, sino pasar la mañana del sábado echando unas carreras y, si es posible, poniendo en práctica lo que hemos aprendido durante la semana.

Por mucho que los entrenadores/monitores intentemos hacer ver que esto es un juego y que tenemos que jugar todos, que para eso van los chavales entre semana a los entrenamientos, llega el momento duro para los grupos de más de 14 niños y menos de 25, por ejemplo 18, en el que el entrenador tiene que prescindir de varias fichas porque solo puede inscribir ese número de niños/as en el partido y además algunos entrenadores y padres pretenden que los niños lo entiendan. ¡Pues claro que no! ¡Si hasta en el mundial se pueden sentar en el banquillo los 25 que han ido a la convocatoria!

Yo desde luego estoy en contra de tener que hacerles creer que están en la liga de las estrellas o jugando la champions y ponerles el ejemplo de esos jugadores que se quedan en la grada porque no han sido convocados, paparruchas, los chiquillos quieren levantarse el fin de semana sabiendo que van a ir a jugar al fútbol, más o menos, en eso no estoy en contra de que haya niños que jueguen algo más que los otros, sobre todo porque igual se lo han ganado durante la semana o tal vez que se castigue al que no se esfuerza y no vaya a un partido, pero que por decreto tengamos que excluir a unos y llevar a otros, me parece que algo no estamos entendiendo.

Ya sé que tampoco voy yo a cambiar el mundo con estas líneas, pero como es lo único que puedo hacer, pues lo digo y sin ánimo de ofender a nadie, pero creo que hasta que el jugador no está formado completamente y es maduro mentalmente no es capaz de asimilar estas normas.

Que vayan todos, que jueguen todos, que lo pasen bien, que aprendan a saber competir, no ha ganar, que sepan respetar y que valoren, ellos mismo, el esfuerzo que hacen durante la semana

Suerte a todos este fin de semana y que ganen uno y otros y todos.

Larga vida al fútbol y a los que cuidan las canteras

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