No
voy a dar yo lecciones de algo que
todavía no he empezado ni a aprender,
pero para algunos casos y cosas no hace falta. A todos los que nos gusta el fútbol vemos situaciones que nos pueden
llamar más o menos la atención.
Puesto
a aplicar lo aprendido el primer día del curso, la metodología del entrenador, veo un entrenamiento de benjamines al día siguiente y, de
alguna manera, como el que acaba de aprender algo de manera oficial, por
decirlo así, me pongo a examinar al míster en cuestión y empiezo a ver qué
cumple con los tres pasos marcados en el curso, referidos a la sesión (Calentamiento, Parte Principal y Vuelta a
la Calma) lo último no lo explota demasiado,
pero lo hace.
El
caso es que el único pero que pude
ver fue la poca atención prestada
sobre algunos de los chavales, dado
que tampoco se cual era el objetivo que tenía en mente para esta sesión,
tampoco sé si era a conciencia, pero
aún así, se trata de participar
todos y cuando llegó el momento del partidillo,
alguno se quedo sin olerla y eso, no
me pareció bien.
Espero
no cometer esos errores y aplicar
siempre lo aprendido en este curso,
gracias a la Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana
que no he hecho más que comenzar. Los niños
a estas edades necesitan jugar y divertirse y, según mi opinión, no hace
falta explicarles el objetivo del juego, eso viene con la filosofía de cualquier deporte, ganar.
Larga
vida al fútbol, y al buen hacer del entrenador.
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