Lo más decepcionante del
asunto es que por mucho que escribamos artículos o denunciemos ciertas
actividades indecentes que pueden ocurrir en la actividad diaria del deporte,
nunca hacemos ni hacen nada.
Este artículo es sobre el
cómo y el por qué, cuando uno llega a la puerta del estadio de fútbol ataviado
con sus colores, la mujer, el niño/a o los niños/as y la mochililla llena de
chuches, pipas, palomitas y… ¡¡AGUA!!! ¡¡Por Dios!! Pero que estas haciendo?
Loco, insensato, descerebrado… Hay que quitarle el tapón a la botella, si es de
menos de 50 cl y te pueden encerrar si resulta que tienes la osadía de llevar
de 1,5 l. Pero a quién se le ocurre llevarse una botella de esas características
con tres niños que comen pipas? De locos. Claro está el señor de seguridad, que
está haciendo su trabajo, te para, te revisa, te cachea, mira a ver si los
niños llevan C-4 en la cazadora… Lo normal vamos, y al final te acaba quitando
la botella de agua o el tapón a la pequeña y evidentemente tiene todas las
papeletas para irse al suelo, de esto tiene la culpa el Murphy ese.
Si es que no me entero,
tengo que hacer como los que veo pasar a mi lado, bengalas, palos de 6 metros,
nudillos de acero, tatuajes y cara de muy mala ostia, y así si que se puede ir
al fútbol tranquilo, sin sorpresas, las botellas de cerveza de 65 litros, las
hierbas que no parecen tila precisamente, a no ser que la tila se fume, así da
gusto. El señor seguridad, en su labor y cumpliendo con su deber, no hace falta
que los registre, los tiene controlados, no es necesario ver si llevan algo que
no cumpla con la normativa, porque los conoce de sobra, van todos los domingos
y así si que podemos estar todos tranquilos.
La diferencia entre unos y
otros es que seguramente yo tendré que ir a comprar la bebida por narices y a
estos otros además hasta se la regalaran, como van siempre, desde hace mucho
tiempo y además son aficionados de verdad…
Vaya, que así pasan las
cosas que pasan en el fútbol. Cada vez menos chavales jóvenes al campo, menos
familias, menos de todo y eso gracias a los que permiten que eso ocurra.
Dejando al margen las ironías, ¿Alguien me puede explicar cómo entra una
bengala en un campo de fútbol cuando yo no soy capaz de pasar una botellita de
agua? O soy muy tonto o son muy listos… Bueno o los que deben hacer cumplir
estas normas, se atreven a registrarme a mi pero a los otros no.
Larga vida al fútbol, o no
(pues en este caso va a ser que no)
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