Todos los títulos en juego de una temporada son dignos de cualquier equipo que se preste a batirse con el resto de contrincantes y poder superarlos hasta el final y así llevarse el triunfo y la gloria. Esto que suena a historia de antiguos caballeros para obtener el preciado valor de la victoria en una batalla, sirve para poco cuando se trata de la copa del rey. De entrada ya podríamos debatir el nombre, porque a algunos no les dice nada que la copa sea del rey. Por otro lado a casi nadie le interesa el título que se obtiene teniendo en cuenta el premio de la competición a la que pueden acceder. Así y con todo a los grandes les pica no tenerla y a los pequeños no les amarga un dulce, pero los primeros están en otras batallas más importantes y los segundos no aprietan por miedo a perder jugadores para otros menesteres.
El sistema tampoco anima a que sea atractivo ni tan siquiera para el espectador, que sólo espera que le toque el Madrid o el Barcelona para poder hacer caja y si no los han visto ya, poder ver el fútbol que despliegan los transatlánticos de nuestra liga. No sé cuál será la fórmula para hacerlo vistoso, ¿la inglesa quizás?, desde luego parece la más efectiva, pero nosotros tampoco somos ingleses, habría que verlo. Ya se han acabado esos tiempos de lucha por la copa y la épica de esta competición que recuerda con nostalgia enfrentamientos míticos, como la final del 83 o la del 84. Y muchas otras más recientes como la del 97, con prorroga incluida.
Antes de jugar la copa hay que jugar la liga y no parecen muy preocupados por el partido entre semana los equipos que participan en esta competición. El mejor equipo del mundo sigue su paso firme e implacable, arrasando todo lo que encuentra en su camino para conseguir el título de liga y desmerecer el trabajo de sus rivales a base de toque rápido, velocidad de movimientos, y si fueran “cristianos” chuleándose del rival. Pero estos son más humildes y no hacen eso. El enemigo del Barcelona es la prepotencia futbolística que demuestran semana tras semana. El Madrid tampoco parece muy pendiente de la Copa, pero se esmera un poco más en darle importancia, incluso con un partido contra el Sevilla feo y bronco y con el pataleo de José y el documento de word de los 13 errores. Aun así siguen siendo sólidos y contundentes.
Gracias de nuevo Esteban, el planteamiento contra el Racing fue excelente. La pareja Aguilar-Fritzler con Tote por delante daba un aire de alegría en el Hércules, lástima que Tote no aguantó ni 15 minutos. Teniendo en cuenta las bajas que teníamos por las sanciones, era la mejor alineación posible. Fuera de casa está visto que falta algo más, más empuje, más convicción, más… La tuvimos en un par de ocasiones en el segundo tiempo y apretamos en algunas fases, atrincherando al rival, pero no hay manera, habrá que esperar al año nuevo para conseguir la victoria fuera de casa. Este punto sabe a gloria y nos aleja de los puestos de descenso. Dos veces gracias a Vigo, Rufete está para esto para salir en el minuto 90.
Larga vida al fútbol.
Si quieres seguirme hazlo en www.radio.alicantesport.com
El sistema tampoco anima a que sea atractivo ni tan siquiera para el espectador, que sólo espera que le toque el Madrid o el Barcelona para poder hacer caja y si no los han visto ya, poder ver el fútbol que despliegan los transatlánticos de nuestra liga. No sé cuál será la fórmula para hacerlo vistoso, ¿la inglesa quizás?, desde luego parece la más efectiva, pero nosotros tampoco somos ingleses, habría que verlo. Ya se han acabado esos tiempos de lucha por la copa y la épica de esta competición que recuerda con nostalgia enfrentamientos míticos, como la final del 83 o la del 84. Y muchas otras más recientes como la del 97, con prorroga incluida.
Antes de jugar la copa hay que jugar la liga y no parecen muy preocupados por el partido entre semana los equipos que participan en esta competición. El mejor equipo del mundo sigue su paso firme e implacable, arrasando todo lo que encuentra en su camino para conseguir el título de liga y desmerecer el trabajo de sus rivales a base de toque rápido, velocidad de movimientos, y si fueran “cristianos” chuleándose del rival. Pero estos son más humildes y no hacen eso. El enemigo del Barcelona es la prepotencia futbolística que demuestran semana tras semana. El Madrid tampoco parece muy pendiente de la Copa, pero se esmera un poco más en darle importancia, incluso con un partido contra el Sevilla feo y bronco y con el pataleo de José y el documento de word de los 13 errores. Aun así siguen siendo sólidos y contundentes.
Gracias de nuevo Esteban, el planteamiento contra el Racing fue excelente. La pareja Aguilar-Fritzler con Tote por delante daba un aire de alegría en el Hércules, lástima que Tote no aguantó ni 15 minutos. Teniendo en cuenta las bajas que teníamos por las sanciones, era la mejor alineación posible. Fuera de casa está visto que falta algo más, más empuje, más convicción, más… La tuvimos en un par de ocasiones en el segundo tiempo y apretamos en algunas fases, atrincherando al rival, pero no hay manera, habrá que esperar al año nuevo para conseguir la victoria fuera de casa. Este punto sabe a gloria y nos aleja de los puestos de descenso. Dos veces gracias a Vigo, Rufete está para esto para salir en el minuto 90.
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