La euforia de estar en lo más alto es directamente proporcional al miedo al fracaso. Cuanto más arriba llega un deportista más recelo le produce el hecho de caer. Y cuando se cae, ay! Cuando se cae, parece que no se puede hacer poco a poco. En deportes como el atletismo o el ciclismo has de ser el número uno para poder ser alguien y cuando se llega no vale con haberlo hecho hay que mantenerse, y ahí viene el problema. No siempre es fácil, pero los patrocinadores, las federaciones, los clubes, los entrenadores, todos ellos son responsables de que la exigencia sea máxima para estos deportistas. Y llegados a este punto algunos de ellos no se resignan a pasar página y volver a dedicarse a trabajar de donde venían o a tener que buscarse otro oficio, se ven tentados por productos que prolongan ese estado de euforia. En ocasiones es exagerado pensar que ciertos medicamentos o sustancias y en cantidades ridículas sean capaces de multiplicar el estado de forma del deportista, pero está prohibido y si no se puede, pues no se puede.
Pensar que la selección española de fútbol pueda estar involucrada en estos hechos, no tiene fundamento. Esos 25 jugadores que defendieron la camiseta roja en el mundial y la Eurocopa no pueden permitir ser cuestionados. No tengo ninguna duda de que eso es imposible, basándome en que es un deporte de equipo y aunque uno de ellos diera positivo, que no fue así, tendría que ser ese jugador el que de alguna manera decantara el partido.
Y si por dopaje entendemos el fútbol que hace el Barcelona, entonces es que el mundo funciona al revés, no creo que esa manera de tocar el balón en un terreno de juego sea fruto del doping, porque aunque lo pueda parecer, es que la paciencia llevada a su extremo que tiene este equipo para exasperar al rival, los lleva a encontrar un espacio donde no lo había y entonces meter una marcha o dos más y dar el acelerón definitivo para matar al rival. Solo un dato 26 goles en 6 partidos y ninguno en contra. Pero en el otro extremo esta el Madrid que tampoco parece que necesiten meterse nada en el cuerpo para derribar al que se ponga por delante, con otro estilo, de otra forma, pero no menos efectiva. Estos se dedican a dar 3 pases y llegar a puerta y allí…ZAS! Ya te la han liado. Y Messi y Ronaldo van camino de que les hagan el control antidoping todos los fines de semana, porque a este ritmo van a romper todos los registros.
Y la vida sigue igual, como decía aquel que llegó a ser portero del Madrid y como cantaba demasiado se dedicó a la música. La liga cada vez es más de dos, porque los que les siguen ya van perdiendo comba. La mejor liga del mundo no me parece la definición más acertada cuando se resume a dos equipos muy, muy buenos y el resto a luchar por objetivos menores. Eso sí, es pronto, pero ya veremos en Europa.
Como siempre nuestra liga, la del Hércules, se juega cada quince días. A esas primeras partes en el Rico Pérez que parece que todavía no hemos vuelto, le siguen unas segundas partes electrizantes, locas, desatando la pasión… como si en el descanso alguien les diera algo que no sea muy legal. El caso es que a Esteban también habría que hacerle el control antidopaje, porque no tiene explicación que saque a Kiko cuando vamos mal, y que Tote juegue condenado en una banda. Insisto en que si alguno de los tres reyes (Drenthe, Trezeguet y Valdez) tiene que quedarse fuera por dejar sitio o lugar a la extraña pareja (Tote y Kiko) por favor, hagámoslo antes.
Larga vida al fútbol.
*Emitido el 14 de diciembre en Balones a la olla de Radio Alicantesport
No hay comentarios:
Publicar un comentario