Que grande es el fútbol

Domingo 13 de junio de 2010, 20:00, somos 2.000, 3.000, 5.000 personas en el césped del Rico Pérez, saltando, gritando….¡¡El Hércules ha ganado!! Sólo nos faltan 90 minutos para volver a primera.

Es un domingo cualquiera, bueno no tanto, de entrada nos hemos levantado para ir a un cumpleaños al Palmeral a las 11:30, para nosotros algo extraño, pero vamos allá. Después a comer a casa de Fini y derrochando optimismo. “¿y hoy qué?” me pregunta mi suegro, “hoy tres cero y a esperar que pierdan el Betis y el levante”, igual me paso un poco, pero hay que tener confianza. Al campo prontito, según mi mujer mucho mejor, que hoy va a ir mucha gente y no cogemos sitio, razón no le falta, son las 16:20 y hay una cola bastante considerable esperando a que abran las puertas. Hasta las 17:00 nada de nada, y el listo que dijo que se preveían lluvias, uf! Que se dedique a pintar cuadros. ¡Que Calor! Bueno ya estamos dentro, hemos cogido nuestro sitio. Empiezan a llegar caras conocidas. “A ver qué pasa hoy” dice uno, “yo creo que hoy ganamos bien”. Eso esta genial, se respira optimismo. Se hace larga la espera, falta más de media hora, voy a comer pipas. Ya salen a calentar, ¡Que ambientazo! Y todavía no está lleno.

Ya se acerca el momento, se preparan para empezar, hoy me fijo y no hay foto de chiquitos con la plantilla, no sé muy bien porque, pero será la tensión del momento “pero los futbolista de eso no tienen la culpa” dice Laura, bueno no es momento de preocuparse de eso. Empieza el partido.

El primer tiempo va pasando con más pena que gloria, alguna que otra ocasión fallida, que nosotros intuimos pero no vemos, ya que nos pilla en el lado opuesto del campo. El partido va bien, no tenemos muchos agobios y llevamos el balón. Va a ser mejor esperar al segundo tiempo. Ya está acabando, están en el minuto de descuento…¡¡Noooo!! Un balón, que desde donde estoy, coge un arco de fuera para adentro y… Calatayud no llega. ¡Vaya por dios! 0-1 y final del primer tiempo. El señor que tengo al lado me hace gestos de que mal vamos, nuestro amigo de grada me comenta “a ver si esto les sirve para salir más enchufados”. Yo les digo que no se preocupen “a estos les caen 3”, yo sigo con mi fe y optimismo.

Antes de empezar el segundo tiempo mi mujer no cree demasiado yo le animo diciendo que si metemos en los primeros 10 minutos aún podemos ganar.

Ya empezamos el segundo tiempo, que se parece mucho al primero, ahora vemos las ocasiones más cerca y… ¡¡Siiiii!! ¡GOOOOL!! Se cumplen los pronósticos, hemos marcado antes del cuarto de hora, perfecto, tenemos tiempo. Madre mía la que falla danciu… En fin toca sufrir.

Entramos en los últimos 10 minutos, “nena esto se nos va” le digo a mi mujer, “se nos está yendo” me contesta. El señor de al lado niega con la cabeza. Bueno tranquilos. Me rezo unos padres nuestros para mis adentros. Tengo fe, es lo único que nos queda. Solo 5 minutos, más o menos eso creo porque no hay reloj en el video marcador, por eso de que todos los partidos son a la misma hora, en fin chorradas. Que sufrimiento, no llegan, el balón otra vez en el centro del campo, Tote por los suelos, Kiko lo intenta, también Cristian… ya casi no queda tiempo. Una jugada por la banda, más o menos, hay tanto jaleo, casi estamos de pie, el balón va por el aire al punto de penalti, la toca Deli... baja hacia el césped... puede llegar, un barullo de piernas, no se…. ¡¡¡GOOOOOOOOOOOOOOOL!!! ¡¡GOOOOOOOL!! No tengo voz, no me oigo, ¿ha sido portillo?, mi mujer tiene lagrimas en los ojos… demasiada presión…Después de abrazarme con mi mujer, acabo cogiendo al señor que tengo al lado, “has visto”, increíble, indescriptible, inigualable. Ya casi ni me doy cuenta del tiempo que queda estamos saltando y gritando, bueno, eso si se puede gritar sin voz. Final, final… “Vamos al campo cariño” Nuestro amigo de grada me dice “si todavía no hemos subido”, “y qué más da, esto hay que vivirlo”.

Larga vida al fútbol