El partido contra el Getafe ha sido un revolcón en toda regla, de esos que si no hubiéramos ganado en Barcelona o al Sevilla, al mejor equipo del mundo y uno de los grandes en los últimos campeonatos de liga, estaría dentro de lo normal y por otro lado hubiera hecho saltar todas las alertas y a cuestionar al entrenador y al estilo de juego, etc.
El caso es que tenemos 7 puntos de 18, que dicho así suena a poco, pero si miramos que de los 3 ascendidos estamos empatados con la Real, que sólo llevamos 6 partidos y que todos los equipos con los que nos vamos a jugar la permanencia están por detrás de nosotros… las cosas se ven de otra manera, pero ojo que esto no ha hecho más que comenzar y nos queda mucho por recorrer.
Este último partido tiene que servir para seguir con ese trabajo que hasta ahora estaban haciendo, siguiendo la línea que marca Vigo y que hasta ahora no nos ha ido mal. No fue capaz de cerrar la vía o autovía que encontró Boateng y Parejo para entrar hasta la cocina del equipo blanquiazul, ayer con el uniforme abejil que tanta suerte nos había traído hasta ahora, y de ahí el resultado.
Insisto en que no voy a jugar a ser entrenador, sólo decir que la importancia de los técnicos se nota en el momento en que hay que tomar decisiones y ver dónde está el problema para aplicar la solución más correcta, que puede salir bien o mal, pero si no adopta ninguna, entonces siempre iremos mal.
El caso es que tenemos 7 puntos de 18, que dicho así suena a poco, pero si miramos que de los 3 ascendidos estamos empatados con la Real, que sólo llevamos 6 partidos y que todos los equipos con los que nos vamos a jugar la permanencia están por detrás de nosotros… las cosas se ven de otra manera, pero ojo que esto no ha hecho más que comenzar y nos queda mucho por recorrer.
Este último partido tiene que servir para seguir con ese trabajo que hasta ahora estaban haciendo, siguiendo la línea que marca Vigo y que hasta ahora no nos ha ido mal. No fue capaz de cerrar la vía o autovía que encontró Boateng y Parejo para entrar hasta la cocina del equipo blanquiazul, ayer con el uniforme abejil que tanta suerte nos había traído hasta ahora, y de ahí el resultado.
Insisto en que no voy a jugar a ser entrenador, sólo decir que la importancia de los técnicos se nota en el momento en que hay que tomar decisiones y ver dónde está el problema para aplicar la solución más correcta, que puede salir bien o mal, pero si no adopta ninguna, entonces siempre iremos mal.
El próximo partido es contra el Villarreal, es en casa y en este de nuevo hay que pedir el apoyo y el esfuerzo de todos porque, aunque nos llevan mucha ventaja, tenemos que hacernos fuertes en nuestro estadio.
Larga vida al fútbol.
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